Una historia de buenas noticias

Autor: Zúñiga Guajardo Sergio

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No existe duda alguna de que en los últimos dos siglos, los avances en el campo médico han sido importantes y sorprendentes, sobre todo en la última parte del siglo pasado. En el campo de la Endocrinología y en particular en el campo de la Diabetes Mellitus, el siglo pasado fue uno de los más brillantes, ya que el tratamiento de ésta enfermedad y la calidad de vida del que la padece, ambiaron favorable y enormemente. Este cambio fue debido a las investigaciones mas precisas sobre la etiología y sobre todo al descubrimiento de la insulina en 1922 por Frederick Banting y Charles H. Best, en la Universidad de Toronto, con lo que el rumbo del tratamiento de la diabetes sufrió un cambio fundamental. Con el uso de la insulina, - que en principio tenía demasiadas impurezas y se obtenía de ganado vacuno o porcino y que posteriormente ha sido tan eficazmente elaborada y obtenida por ingeniería genética -, que es idéntica a la humana, por lo que la posibilidad de que produzca complicaciones por su uso es mínima, el tratamiento y la expectativa de vida mejoraron importantemente. A mediados del siglo pasado, el temor por el uso de insulina era impresionante, tanto los médicos como los pacientes, tenían fuertes temores para prescribirla y/o administrarla y en gran parte debido a que sólo podía ser inyectada. En el curso de los años se ha elaborado insulina con diferentes características, en la búsqueda de una mayor pureza, facilidad en aplicación y que los efectos sean de mayor o menor duración, para mantener un nivel de insulinemia basal y post-prandial que logren obtener un control glucémico lo más cercano a lo normal posible, de esta manera tratar de que las complicaciones crónicas se retrasen o definitivamente no se presenten. El presente compendio intenta ofrecer un panorama actual del tratamiento con insulina para pacientes con diabetes mellitus; cuáles son las insulinas disponibles, vías de administración, los efectos que se presentan, las complicaciones potenciales al utilizarla, las combinaciones que han logrado un control más efectivo, las nuevas insulinas que estarán disponibles en un futuro, etc., a fin de que el médico de primer contacto logre comprender que al utilizar la insulina como tratamiento en forma temprana, no es debido a que el paciente ya no se puede controlar de otra forma o que su gravedad es extrema, en cambio hay que utilizarla tan temprano como sea necesario para el mejor control de cada paciente.

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2003-06-11   |   1,582 visitas   |   3 valoraciones

Vol. 4 Núm.2. Marzo-Abril 2003 Pags. 983. Diabet Hoy Med Sal 2003; 4(2)