Fragmento

Esta época de grandes sacudidas y conmociones, es también una época de notables transformaciones en todos los aspectos de la vida social e individual. En cuanto a la medicina y su ejercicio profesional atañe, las cosas han evolucionado muchísimo. La repercusión de las doctrinas socialistas y la acción directa de la áspera lucha por el pan cotidiano impelieron a los profesionales de la medicina a fundar cooperativas y mutualidades, primero, y después a buscar defensa y protección en los sindicatos. Implacable necesidad vital, poderoso instinto de conservación que se impone los intereses generales para reconcentrarse en los intereses propios. Era preciso que se modificase ese egoísmo de clase; así fue. El marxismo, el colectivismo y el comunismo, doctrinas que se fueron infiltrando dentro de los organismos sociales, si bien aceptaban y reglamentaban el régimen sindicalista para los oficios y profesiones, no por eso olvidaron los derechos del conjunto de los grupos que constituyen un pueblo. El grito de alerta fue lanzado por las Repúblicas Socialistas Soviéticas, que aceptaron el principio de la posesión colectiva de la propiedad y la consiguiente socialización de las industrias, de las tierras, y hasta del trabajo mismo, que según Marx – oráculo de esta doctrina – es la única fuente del valor.

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2004-07-29   |   2,272 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 61 Núm.109. Julio-Diciembre 1996 Pags. 100-102 Rev Inst Med Su 1996; LXI(109)