¿Cual es la mejor forma de ocluir el conducto arterioso?

Autor: Vizcaíno Alarcón Alfredo

Fragmento

La pregunta, como bien apuntan Quibrera y col. en este número del Boletín, tiene especial relevancia en México por la alta frecuencia de la persistencia del conducto arterioso (PCA) en nuestra población. Desde los estudios epidemiológicos de Alzamora y col. en Bolivia y Perú en 1960, se sabe que la PCA es más frecuente en lugares de altura elevada sobre el nivel del mar. Esta aguda observación se confirma plenamente en el altiplano mexicano: en su área urbana la PCA es más común que en otros sitios populosos situados al nivel del mar. Espino-Vela cita que la PCA ocupa el primer lugar entre las anomalías cardiovasculares en cuatro Institutos de la Ciudad de México con una incidencia del orden de 22 a 34.6%, contrastando con la experiencia de centros en Estados Unidos de Norteamérica (EUA) y Cánada, en la que la PCA ocupó el tercer lugar con una incidencia promedio de 8.7% entre 105590 niños con cardiopatía. Otro tanto ocurre en casos operados: González-Cerna, revisó su experiencia de 1959 a 1996 en el Hospital Infantil de México Federico Gómez (HIMFG) y encontró que de 3726 operaciones cardiacas, 1261 (33.8%) correspondieron al cierre del conducto.

Palabras clave: Persistencia del conducto arteriosos anomalías cardiovasculares.

2002-12-26   |   1,245 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 58 Núm.5. Mayo 2001 Pags. 297-302 Bol Med Hosp Infant Mex 2001; 58(5)