Fragmento

La revisión del artículo de Eduardo Martínez, titulado: “Registran una patente para recrear mundos virtuales dentro del cerebro”, publicado por Argenpress en 2005, me causó ideas contradictorias y reacciones encontradas. Mi primer impulso fue de rechazo, cuestionándome para qué serviría llevar a cabo algo tan ficticio, irreal e inútil, en aras de contar con una tecnología cada vez más sofisticada y frívola. Mi segunda reacción se enfocó hacia una oposición de convertirnos, o dejarnos convertir, en seres robotizados, a la merced de una compañía poderosa que se adueñaría de las mentes humanas con fines mercantilistas, utilitarios y de enajenación irritantes e inconcebibles, a través de la obtención de la “patente”: documento por el cual se confiere un derecho o privilegio; patente de invención en este caso, término con el que se designa: “certificado por el cual un gobierno da a un autor el derecho exclusivo de explotar industrialmente su invento.” 1. ¿Por cuál medio y qué organismo está facultado para otorgar a Sony semejante privilegio?

Palabras clave: Mundos virtuales cerebro tecnología.

2007-06-28   |   1,202 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 2 Núm.3. Junio 2006 Pags. 119-121 Notas 2006; Especial(3)