El hombre de las cavernas, Atapuerca y el inicio de la vida

Autor: Mendoza Vega Juan

Fragmento

En el camino hacia el Homo sapiens sapiens del siglo XXI, han quedado atrás y se han extinguido varias ramas de nuestra especie original. Los primeros homínidos, aquellos que hace cuatro o cinco millones de años se alzaron sobre sus extremidades posteriores y empezaron a utilizar las anteriores para agarrar y manipular objetos, al mismo tiempo que gozaban de inédita visión de sus alrededores desde la nueva altura de sus ojos, intentaron adaptarse a esas novedades y a los cambios de su ambiente con varia fortuna, de modo que algunos grupos viraron hacia la extinción progresiva mientras otros iban pasando sus genes, recombinándolos, logrando y asentando novedades cada vez más útiles para el esfuerzo general y prioritario de sobrevivir. Por supuesto, de tan largos caminos y trabajos sabemos sólo por claves mínimas, por análisis de restos y deducciones alrededor de ellos. A unas de esas claves se refiere esta presentación, que tiene más el carácter de informe periodístico que de trabajo científico digno de los señores académicos, a quienes por ello pido su benevolencia. Considero interesante el asunto, porque alude al hallazgo del que parece ser el más antiguo homínido de Europa, anterior en casi quinientos milenios al Hombre de Neanderthal y en más de un millón de años al Hombre de Cromagnon, hito científico de enorme valor que fue oficialmente publicado en la prestigiosa revista Nature en marzo del año pasado.

Palabras clave:

2010-04-21   |   745 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 31 Núm.2. Junio 2009 Pags. 103-105 Medicina Ac. Col. 2009; 31(2)