Panorama de urgencias en pediatría

Autor: Figueroa Flavio

Fragmento

Una urgencia es todo aquel problema físico que pone en riesgo la vida, anatomía o función del cuerpo o un órgano, en casi todos los hospitales y clínicas existe un departamento de urgencias donde se atiende adultos y niños, aun cuando en el caso de los niños, son ingresados casi siempre por sus cuidadores o padres y no siempre se presentan con una verdadera emergencia. Entre las principales causas por las que los infantes son llevados a este servicio se encuentran: problemas respiratorios (asma, bronquitis, bronquiolitis, laringitis o neumonía, que causan insuficiencia respiratoria); síndrome febril (en recién nacidos hasta los seis años); lesiones dermatológicas (atopias, exantemas, alergias); gastroenteritis (vómito, diarrea, dolor, deshidratación); traumatismos, que constituyen 50% de las consultas (lesiones en cráneo, tórax, abdomen), por caídas, caídas de altura, accidentes, accidentes de tráfico, golpes, heridas por PAF y punzocortante; cólicos; otitis; intoxicaciones y reacciones de anafilaxia (especialmente en pequeños que comienzan a caminar, en edad preescolar y adolescentes); presencia de cuerpos extraños en nariz, oídos o garganta; quemaduras y crisis convulsivas. Las lesiones infringidas por maltrato en preescolares y escolares son causa frecuente, y aunque muchas veces no se detectan (en México el médico tiene la obligación de denunciar el abuso) se presentan. Algo preocupante es que durante los últimos años han aumentado los casos de suicidio en niños hasta de ocho años en nuestro país. A pesar de lo que a primera vista se observe como una emergencia, no todos los niños que ingresan en este tipo de servicios presentan una urgencia, debido a la mala interpretación de los cuidadores o médicos de primer contacto, quienes los evalúan inicialmente, lo que es hasta irresponsable pues la saturación de este servicio genera la desatención de las verdaderas emergencias.

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2012-11-23   |   642 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 35 Núm.420. Noviembre 2012 Pags. 11 Prescripción Médica 2012; 35(420)